Transformación de energías para alcanzar la inteligencia emocional

POR DIANA CHARPENTIER QUESADA, Equipo de Producción Revista Surco

 

Para muchas personas, recibir el 2012 implica un período de cambios y la llegada de nuevas experiencias en diferentes entornos laborales, académicos, familiares y sociales. La adaptación ante esas nuevas coyunturas se puede lograr por medio de un manejo adecuado de lo que se conoce como “inteligencia emocional” (IE). Existen diferentes inteligencias y no todas son cuantificables, sin embargo la inteligencia emocional de cada persona es la que conduce a los individuos a desenvolverse y a reaccionar ante las diferentes situaciones que debe enfrentar.

La inteligencia emocional es algo totalmente personal y queda en manos de cada quien llegar a desarrollarla y conocerla íntimamente para poder manejarla adecuadamente. Quizá la guía de un tercero llegue a ser útil pero solo cada individuo posee las destrezas para manejar en su totalidad la IE.

El Universo, nuestro mundo inmediato, nuestras relaciones, las masas, los cuerpos, las partículas, todo se relaciona por medio de la energía. La energía no puede ser creada ni destruida pero si puede ser transformada. Si habláramos de nuestra inteligencia emocional como una coalición de partículas, todas cargadas con energía, sería más fácil comprender como se mueven y se transforman en los diferentes escenarios en los que nos desenvolvemos y nos relacionamos con las demás personas.

Existirán situaciones en las que nuestro campo energético se puede polarizar, es decir, que predomine la carga positiva o negativa, dependiendo de cómo sea percibido. Es en estos momentos de polarización cuando debemos optar por alcanzar un balance emocional adecuado para poder relacionarnos mediante una energía limpia.

¿Cómo se logra el balance emocional? ¿Cómo se maneja la inteligencia emocional? ¿Cómo se transforma la energía negativa en energía positiva?

Como se mencionó anteriormente, la IE se maneja individualmente y por esta razón el proceso para despolarizar el campo energético va a ser de igual modo personal. Existen diferentes medios para liberar energía o por lo menos para cargar o transformar la energía en energía positiva y limpia. Para purificar la energía de nuestro campo emocional hay que hacerlo sin intervenir en los campos emocionales de las demás personas. Aclaro que esto no significa no interactuar, significa cuidar nuestro campo emocional y cuidar el de las demás personas para que a la hora de cualquier interacción social exista cohesión y se comparta de una manera saludable. Planteándolo de otro modo, tratar el campo energético de las demás personas como nos gustaría que sea tratado el nuestro para así lograr el manejo de la inteligencia emocional en todo momento.

El estrés, muchas veces manifestado por medio de la fatiga o dolores corporales, puede descongestionarse por medio de la transformación de la energía potencial de nuestro campo emocional en energía cinética. La energía potencial es la energía almacenada y la energía cinética es la energía del movimiento. Esto quiere decir que para dominar la IE hay que mantener un ciclo constante de transformación de la energía potencial negativa en energía cinética positiva y limpia.

Por ejemplo, después de un período de estrés, que conlleva a la acumulación de energía potencial (en este caso es negativa porque produce el estrés), puede ser transformada en energía cinética por medio de alguna actividad que libere endorfinas y estimule el campo positivo de nuestra inteligencia emocional. Ya sea hacer un poco de ejercicio, gritar, correr, hablar con las personas cercanas, cantar una canción, bailar, apreciar el arte, crear arte en cualquiera de sus manifestaciones, leer, escribir, en resumen, cualquier tipo de estímulo cerebral que ayude a bloquear la energía negativa y transformarla en positiva implica manejar la inteligencia emocional.

Está claro que nos encontraremos con situaciones, o causas inmediatas que representen un desbalance inoportuno pero por ello el manejo de la IE a largo plazo es lo que llevará a cada individuo al éxito. Cada experiencia de vida representa una nueva oportunidad de aprendizaje y la suma en su conjunto nuestra construcción como personas.